1993: Redondos en estado puro — La presentación de Lobo Suelto / Cordero Atado

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El noviembre de 1993 quedó marcado como una de las épocas más intensas de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, cuando la banda presentó oficialmente el álbum doble Lobo Suelto / Cordero Atado, una obra monumental que capturó la madurez del grupo en pleno ascenso masivo.

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota abrió la gira oficial de su álbum doble “Lobo suelto / Cordero atado”, uno de los proyectos más ambiciosos y celebrados de su carrera. El show, extenso, intenso y multitudinario, marcó un nuevo punto alto en la relación mística entre la banda y su público.

Esa noche del 19 de noviembre estuvo dedicada a “Lobo suelto”, mientras que al día siguiente interpretarían “Cordero atado”. El recinto estalló con temas como “Nuestro amo juega al esclavo”, “Un ángel para tu soledad”, “Salando las heridas” y “La hija del fletero”, en un clima ritual que ya era marca registrada de los Redondos.

Este concierto no solo significó la presentación oficial del disco doble: también inauguró una etapa de mayor masividad, consolidación artística y mitología ricotera. Es un hito absoluto del rock argentino de los ‘90 y uno de los momentos más recordados en la historia del grupo.

Los recitales de presentación —realizados en Huracán, Racing y otros escenarios del Gran Buenos Aires— se convirtieron en shows históricos, con un público que ya superaba cualquier expectativa y una banda afilada en su mejor estado creativo.

El doble disco incluía himnos como:

  • “Yo caníbal”,
  • “Un ángel para tu soledad”,
  • “Queso ruso”,
  • “Perdiendo el tiempo”,
  • “Ladrón de mi cerebro”.

En vivo, las canciones ganaban otra dimensión gracias a la dupla Indio Solari – Skay Beilinson, el bajo inconfundible de Semilla Bucciarelli, el pulso de Walter Sidotti y la estética visual de Rocambole, que dotó al álbum de una identidad gráfica mítica.

La presentación de Lobo Suelto / Cordero Atado no fue simplemente una serie de conciertos: fue el momento exacto en que los Redondos pasaron de ser una banda de culto a un fenómeno social argentino. Desde entonces, aquel ritual sigue resonando en cada generación que descubre al universo ricotero.