Series y rock. Disco de El Reloj, Soda en el auto y Manal a capella: así se eligió la música de El Eternauta

El director Bruno Stagnaro, el guionista Ariel Staltari y la jefa de utilería Graciela Pera le cuentan a La Izquierda Diario por qué eligieron el rock argentino como mecanismo para que Juan Salvo y sus amigos sonaran reactualizados en la serie. También hablan Eduardo Frezza, Walter Giardino y el Tano Romano.

En una serie repleta de referencias musicales, Ricardo Darín protagonizando a un Juan Salvo con auriculares ¿Qué estará escuchando?
En una serie repleta de referencias musicales, Ricardo Darín protagonizando a un Juan Salvo con auriculares ¿Qué estará escuchando?

Cuatro amigos juegan al truco en un altillo de Vicente López mientras afuera el mundo parece venirse abajo. En la versión original de la historieta publicada en 1957 en la revista Hora Cero, la partida de cartas que precede a la nevada mortal es acompañada por el cantante y trompetista Louis Armstrong, quien suena desde una radio a galena. El director Bruno Stagnaro, en cambio, encontró en el rock argentino un recurso para que la adaptación de la obra guionada por Héctor Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López luciera actual. Así, en la serie de Netflix esa escena es musicalizada por “Alguien más en quien confiar”, acaso la canción más célebre de El Reloj, banda pionera del hard rock en Argentina.

“Los conocía por un proyecto viejo que no salió, en el que tuve que buscar música argentina de la década del ’70 no tan conocida. Llegué a ellos y me pareció increíble cómo sonaban”, cuenta Bruno Stagnaro, el director de la reversión audiovisual de El Eternauta. “Así que cuando arrancamos con esto me pareció que tenía algo que sumaba, porque le daba una particularidad a ese grupo de amigos de 60 años: además de escuchar bandas conocidas, también eran fanáticos de El Reloj”.

El grupo formado en 1970 en Lomas del Mirador, La Matanza, por el bajista y cantante Eduardo Frezza y el guitarrista Willy Gordi aparece también al final de esta primera temporada y en una situación similar: Juan Salvo y sus amigos entran a una casa, donde encuentran un mazo de cartas y, curiosamente, ese LP debut que El Reloj publicó en 1975, aunque en esta ocasión lo que finalmente suena desde el tocadiscos es “Blues del atardecer”. Como en toda realización, esta decisión no fue para nada casual: “Me parecía interesante en esa noche final evocar el comienzo a través de la misma sonoridad —detalla Stagnaro—. El hecho de que encuentren el vinilo de El Reloj va haciendo que regrese la atmósfera de la primera noche en ese contexto completamente nuevo y diferente, en ese mundo que cambió por completo, y de algún modo los va poniendo en el tono para terminar en el partido de truco”.https://www.youtube.com/embed/q9KH3KcE-UA?si=JPa3TYX1cRPIfeAJ

El Eternauta marcó en mi vida un antes y un después y me dio a entender que trabajando en equipo con El Reloj, y creyendo, el universo termina atrayendo lo que merecemos. La banda tuvo muchas experiencias en el tiempo y, contra toda adversidad, seguimos en pie gracias al amor por la música”, confesó Eduardo Frezza, notablemente conmovido por el impacto que generó la inclusión en la serie del grupo que aún mantiene en activo con el guitarrista Osvaldo Zabala.

La primera canción que suena en la serie, sin embargo, es de Manal: el personaje principal canturrea “No pibe” mientras el auto que manejaba rumbo a la casa de Vicente López es detenido por una manifestación. “Eso fue muy gracioso”, apuntó Ricardo Darín, el actor que recreó a Juan Salvo, en una charla mano a mano con Bruno Stagnaro. “Lo que ocurrió fue que estábamos esperando dentro de un coche que se dispusieran todas las cosas en el rodaje, que era un lío tremendo, porque era una manifestación con cacerolas, con tachos llenos de fuego, gente y policía. Y, esperando, empecé a cantar una cosa que tenía que ver con lo que nos estaba pasando ahí. ‘No hay que tener un auto, ni relojes de medio millón’. Y, de golpe, viene corriendo el asistente y me dice: ‘¡Eso! ¡Dice Bruno que empieces con eso!’. Así quedó”.

Salvo excepciones (como “Credo” en voz de Mercedes Sosa, “Chacarera del rancho”, de Los Hermanos Ábalos, y el tango “Caminito”, que es la única que también aparece en la historieta original), toda la música está atravesada por el rock nacional. Una decisión artística que responde a la necesidad de reafirmar el clivaje argento de la serie. “El rock nacional nos atraviesa, es estructural y cuenta lo que somos: yo mismo soy baterista y tuve bandas de rock, así que son cosas que tenemos dentro nuestro”, asegura Ariel Staltari, protagonista de la serie pero también co-guionista. “Es parte de nuestra idiosincrasia y de nuestra cultura como sociedad, y también de la idiosincrasia y cultura con la que fueron creciendo estos amigos en El Eternauta. Se juntan, juegan al truco, comparten una amistad… y un amor profundo por esos discos, esos intérpretes y ese género. Entonces el rock aparece como algo que los nuclea y los hermana, no es un hecho aislado, porque en definitiva esta también es una historia de amistad más allá de su supervivencia”.https://www.youtube.com/embed/fUGWwPUxmzU?si=c8uD1BhOb3g6oPZg

El link rockero que primero se viralizó, sin embargo, no fue nada de todo eso, sino una simple imagen: la de la joven que revisa el habitáculo de un auto abandonado en medio del apocalipsis y encuentra una cartuchera con casetes. El primer plano muestra los lomos de dos álbumes de Hermética (uno es Víctimas del vaciamiento, el otro es En concierto), también el primero Rata Blanca, uno en vivo de Pappo, un compilado de V8 titulado No se rindan y publicado después de la separación de la banda, también Power Metal de Pantera y, casi como ajenos a esa selección heavy, un pirata de Rick Wakeman. La chica, sin embargo, decide poner en el estéreo del vehículo a Nada personal, de Soda Stereo, diciendo una frase que causó gracia entre los metaleros: “¡Al fin encuentro algo como la gente!”.

Muchos se preguntaron a qué se debió esa elección tan específica de casetes, en su mayoría de metal o rock pesado argentino. Graciela Pera, jefa de utilería de la serie y encargada junto a su equipo de conseguir todo tipo de “objetos y elementos que aporten carga dramática a la narrativa”, nos despeja la duda: “En esa escena, el guión solo nos decía que la chica entraba al auto, encontraba esa casetera, elegía el de Soda Stereo y hacía referencia a que por fin encontraba algo como la gente. Eso daba la pauta de que no tenía que haber casetes similares en el género. No íbamos a poner uno de Virus, por ejemplo: tenía que ser algo completamente diferente”.

Sin embargo, la idea inicial no era la que finalmente se plasmó. “Había pensado en conseguir unos casetes de cumbia clásica, algo de Leo Mattioli, incluso cosas más antiguas, también algo de boleros. Pero Gastón Girod, el director de fotografía, estaba obsesionado con esa escena y me dijo que sentía que tenía que ser algo más metalero. Así fue como nos pusimos a buscar los casetes que salieron”, completa Graciela Pera.

Consultado para esta nota, Walter Giardino se toma a gracia la composición de la escena desde Madrid, donde está de gira con su banda: “Podría parecer que lo demás no está a la altura, por eso la chica pone a Soda y no a Rata, ni a V8 ni a Pappo, jaja”. Para el Tano Romano, en tanto, “está buenísimo” la aparición de Hermética en la casetera de la serie, a pesar de que el personaje la descarta. “Demuestra que nos van reconociendo desde otros lugares. Esa música es parte de la historia y no se puede negar”.

Fuente: La Izquierda Diario