Hoy se cumplen 55 años de la sanción en el recinto de la Asamblea General de las Naciones Unidas de la Resolución 2065.
Ex combatiente y sobreviviente del Crucero ARA General Belgrano Juan Vera, analiza el “Significado de la fecha para el Pueblo Argentino”
Primera vez que a lo largo de 132 años de reclamos y después de una impecable e histórica ponencia del Dr. José María RUDA, Argentina logra que el organismo mundial reconozca “una situación colonial”, triunfo pirro si los hay, ya que dicho documento plantea con el mismo peso “una disputa de soberanía”.
No valió de nada la presentación brillante del Doctor a la luz de la realidad, no hemos podido encontrar ni una sola palabra de dicha presentación que indujera a la sanción de la 2065 en los términos en que ella salió, pero esta.
En su alegato el Doctor documenta fehacientemente los títulos de los cuales se vale nuestro país para sostener nuestro derecho sobre las Malvinas.
Allí se describen los mapas, las acciones llevadas adelante por España para sostener sus dominios, la embestida de Madariaga echando a los piratas de sus tierras, los gobernadores criollos a partir de 1810, nada quedo sin revisar ni exponer, la propia Resolución 1514(XV) del año 1960 que propicia la descolonización a nivel mundial.
Todo lo que había para decir, se dijo.
Además decía el doctor RUDA finalizando ya con su alocución (“Nuestro propósito es persuadir a la comunidad internacional de que las mencionadas Islas son parte integrante del territorio argentino, y que el deber jurídico y moral de Gran Bretaña es devolverlas a su verdadero dueño, afirmándose así el principio de soberanía y de la integridad territorial de los Estados, base de las relaciones internacionales pacíficas.”)
Tampoco conoció el Doctor RUDA el mapa que de manera indubitable dibujara el cartógrafo Andrés de San Martin en agosto de 1520 como miembro de la expedición de Magallanes en su vuelta al mundo y que apareciera en junio de 1982 fijando la posición exacta del archipiélago de Malvinas y que aún hoy no se pone en la balanza de discusión ante el seno de la Asamblea General para hacer cumplir a rajatablas las clausulas 6 y 7 de la Resolución 1514(XV).
La cláusula 6 de esta Resolución dice:
(“6.- Todo intento encaminado a quebrantar social o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.”)Más grave aún si tomamos la cláusula 7 de dicha resolución que expresa:
(“7.- Todos los Estados deberán observar fiel y estrictamente las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de la presente Declaración sobre la base de la igualdad, de la no intervención en los asuntos internos de los demás Estados y del respeto de los derechos soberanos de todos los pueblos y de su integridad territorial.”)
¿Cómo entonces pudimos pasar de una situación colonial a una disputa de soberanía?, no es posible plantearse dicha disputa si existe una situación colonial, no hay libertad ni derecho humano posible sin la integridad territorial, entonces nos queda la interrogante ¿qué paso para que 55 años después sigamos abrazados a dicha Resolución 2065(XX)?
Podríamos argumentar que en tiempo y lugar era una posibilidad cierta, un compromiso real, de acatar a dicha norma como la base de una discusión seria en el marco de la buena fe de la CARTA y de la Resolución 1514(XV) se lograría el cometido, recuperando nuestra Nación todos sus territorios usurpados. Podría aceptarse en ese marco.
¿Pero hoy? ¿55 años después? ¿Luego de más de 40 resoluciones análogas?, ¿después de acuerdos bilaterales que solo tuvieron un beneficiario?, ¿después de garantizarse al pirata usurpador cuanta prebenda pidió?, ¿seguir abrazados a dicha Resolución?
No podemos seguir abrazados a dicha ignominia, No podemos seguir abrazados al mástil, donde flamea la bandera del pirata inglés.
Por eso decimos en el marco de una SOBERANIA SIN PARAGUAS que no hay nada para festejar y tomamos las palabras del general San Martin poco antes de partir al cruce que lo hiciera inmortal…Seamos libres, lo demás no importa nada.
