En la presentación del Estudio Económico 2020 para la región, la Comisión Económica de la ONU realizó el preocupante análisis.
La crisis económica en los países de América Latina a raíz de la pandemia de coronavirus será extenderá más que lo previsto y habrá que esperar hasta 2025 para que la región pueda recuperarse, de acuerdo con el análisis formulado el martes por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, sostuvo que la crisis regional «va a durar más de lo que se pensaba, la recuperación va a tomar varios años y será más lenta que tras la crisis subprime (de 2007-8)», por lo que habrá que «mantener políticas macroeconómicas, fiscales y monetarias expansivas».
Al presentar el Estudio Económico 2020 para la región, Bárcena señaló que los esfuerzos realizados para paliar el impacto de la pandemia de coronavirus «no van a ser suficientes», por lo que alentó un sostenimiento del gasto público apoyado en un «fortalecimiento de los ingresos públicos», en especial con mayores gravámenes a la renta y a la propiedad.
La pandemia, resaltó Bárcena, «está teniendo impactos negativos históricos en lo económico, productivo y social, con secuelas y efectos a mediano plazo sobre el crecimiento, aumentos en la desigualdad, pobreza y desempleo».
Se registró con una contracción estimada del producto interno bruto (PIB) regional de -9,1%, y de -9,4% en América del Sur.
El organismo anticipó que la caída de la actividad será este año de 2,3% en Paraguay; 5% en Uruguay; 5,6% en Colombia; 7.9% en Chile; 9% en México y Ecuador; 9,2% en Brasil; 10,5% en la Argentina; 13% en Perú y 26% en Venezuela.
Además, «la pobreza llegaría a los mismos niveles observados en 2005, es decir, marcaría un retroceso de 15 años, hasta 231 millones de personas, mientras que la pobreza extrema llegaría a los niveles de 1990, lo que implica un retroceso de 30 años (96 millones de personas)».
«Es necesario -consideró Bárcena- que América Latina y el Caribe aumente su recaudación tributaria, que actualmente es de 23,1% del PIB en promedio para los gobiernos de la región, comparado con el 34,3% de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)».
Para esto recomendó «combatir la evasión y elusión tributaria, que llega al 6,1% del PIB regional (unos US$ 325.000 millones); y consolidar el impuesto a la renta a personas físicas y corporaciones (que es de 6,3%, frente a 11,6% en la OCDE)».
